En tu blog (http://fotografiadenatimartinez.blogspot.com.es) comentas que tus fotos “componen y descomponen. Buscan….”. Quizás la escalera de la vida, en blanco y negro…y te dejo en este punto para que nos comentes tu visión de la vida desde esta composición fotográfica

Para mi la vida es fotografía, me une y me desune con las diferentes partes de mi mundo. Una especie de hilo conductor. Algunas veces ese camino es plano y suave y en la mayoría de los casos (más de los que me gustaría) empinado y complejo. Mi fotografía es muy ordenada porque necesito que sea así, necesito el equilibrio que me proporciona el orden del encuadre y la nitidez de las formas y tonos.

Mi fotografía es de proximidad, las imágenes son de lugares cotidianos que miro y en un momento dado se revelan especiales al extraerlos de su entorno. Siempre me encantó viajar, pero cada uno depende de sus circunstancias y últimamente no ha estado  a mi alcance, así que decidí fotografiar lo que me rodea, ya sea una pared al lado del trabajo o un rincón que casi pasaba desapercibido.


 Dices: “cada imagen se te entrega con delicadeza, con un cierto pudor. Pero poco a poco se va escuchando el grito que mueve la cámara”. ¿No es silencio en este caso?

El grito más terrible es el del silencio. No es una metáfora, es más difícil de tolerar un largo silencio que  una pelea a gritos. Cuando fotografías estás sola, no importa cuanta gente te rodee, buscas la imagen sola y ella te sale al paso, cuando esa imagen tiene fuerza y se hace notar es que has conseguido tu foto.


Un autorretrato original y valiente Nati. ¿Cómo fue llegar a este mundo de la fotografía? 

Lo de valiente no se si lo dices por la imagen en si o por ir hasta la localización, dejar la cámara sola en el trípode en medio de la calle y correr a varios metros hasta situarme en el lugar elegido. El riesgo es alto, cualquier día alguien llama a «los loqueros» o se lleva la cámara. O incluso las dos cosas a la vez.

Ahora en serio, llegué a la fotografía muy pequeña y como casi siempre, por casualidad. Un primo de una amiga de mi hermana montó una ampliadora y reveló una foto; ver la imagen negativa salir de la ampliadora y después con la luz roja ver formarse el positivo en el revelador, me pareció mágico. A partir de ese momento, más o menos con 10 años, siempre dibujaba mi futura casa con laboratorio fotográfico.

Me hice mayor y me regalaron una nikkormat de segunda mano con un 55 macro, todavía los tengo, no le funcionaba el fotómetro, pero me dio mis primeras alegrías. Empecé con película en blanco y negro por suerte para mi y mis pocos conocimientos. Después empecé a hacer mis pinitos, books a amigas, comuniones, alguna boda…ahí sentí el peso de una gran responsabilidad, mis fotos tenían la obligación de ser correctas, decidí que tenía que conocer y controlar la técnica en profundidad y  me matriculé en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya. Desde entonces no he dejado de estudiar. Finalmente realicé un giro algo radical y empecé a hacer mis fotos, que son las que ahora veis.


¿A quiénes sigues admirando en el mundo de la fotografía?

¿A quien sigo admirando? Uff!! La lista es muy larga…desde los grandes clásicos a todo compañero, muchas veces amigo, capaz de captar una imagen que me emocione.

Si, ya se, tengo que concretar más. Verás, el primer fotógrafo que me impactó a nivel estético fue Franco Fontana con sus colores contrastados y su geometría del paisaje. Otro fotógrafo que también admiro  es Gilbert Garcin, su ingenio y originalidad y sobre todo la valentía de iniciar un nuevo camino pasada la edad de la jubilación con tanta personalidad son envidiables.

Admiro a los fotógrafos de nuestra tierra y no es por provincianismo, sino como reconocimiento a su labor; vivimos en un país que no nos pone las cosas fáciles. Te daré algunos nombres: el ingenio y la limpieza de Chema Madoz, la humanidad de Cristina García Rodero, la combatividad de Gervasio Sánchez… y sobre todo admiro a todos los que cada día cogen la cámara  para hacer un trabajo que les emociona y conjugan buena fotografía y calidad humana, entre ellos se encuentran mis amigos Tino Soriano, David Airob, Paco Elvira…si me dejo alguno espero que no me retire el saludo.

Me gustaría hacer una mención especial a un grupo de reporteros que no encontrando hueco en los medios nacionales han hecho el esfuerzo por su cuenta y riesgo de desplazarse a los grandes conflictos y se están haciendo un hueco en la prensa internacional. Entre ellos están Ricardo García Vilanova, Manu Brabo y algunos más, no tengo la suerte de conocerlos a todos.


Eres la redactora del portal de fotografía Caborian. Por tus manos han pasado cientos de estilos y autores. ¿Cuál es tu visión de la fotografía desde ese pedestal? ¿Hacia dónde camina en esta época digital y tan contradictoria o deslumbrada en el contexto social?

Para mi Caborian (www.caborian.com) no es un portal, son mis amigos con mayúsculas. Es un entorno generoso donde compartir conocimientos desde diferentes disciplinas. Caborian es una comunidad en la que convivimos profesionales y aficionados en igualdad de condiciones.

La aparición de la tecnología digital popularizó la fotografía, ya no es necesario trabajar con parámetros tan exactos para conseguir una imagen correcta. La informática y sus programas de revelado-procesado cobran importancia. Internet completa el círculo, las imágenes y los conocimientos se difunden sin fronteras. El escenario es complejo, incluso hay teóricos que dicen que la fotografía ha muerto. Yo no estoy de acuerdo, nunca se han hecho tantas fotografías como ahora. Creo que lo que han muerto son los privilegios que limitaban el acceso a la fotografía a unos pocos y que ahora cobra importancia la mirada de cada autor por encima de otras consideraciones que han pasado a ser secundarias.


Como profesora de fotografía en la Escuela de Arte de San Cugat del Vallés y de Mataró, ¿Cuál es el mensaje o concepto que tratas de comunicar a tus alumnos?

Solo una puntualización, ahora no estoy dando clases, pero me gustaría seguir dándolas, las cosas del trabajo son así.

Lo primero es amar lo que haces, en este caso la fotografía. Para mi es muy importante la mirada, qué cada uno encuentre su hueco, la fotografía es poliédrica y tiene un lugar para cada uno. Una vez encontrado ese camino, se trata de seguir trabajándolo para hacerlo cada vez más personal. Finalmente se tiene que presentar y darle forma, envolver bien la idea con una ejecución exquisita. Para mi un profesor tiene la obligación de allanar el camino a sus alumnos, lo que no quiere decir ponerles las cosas fáciles, pero si responder con honestidad a todas sus inquietudes.


Escribes: “Un pequeño tumor cambia tu relación con el mundo…” Y así hasta hacer paces con el destino. En esa lucha, en medio de un hospital ¿la cámara fotográfica se convierte en compañía?

Si, la cámara te hace mucha compañía, siempre está ahí. La enfermedad  es dura y los hospitales poco acogedores por definición, las interminables esperas  se hacen más llevaderas con una cámara a mano. Te dedicas a hacer fotos cuando nadie te ve y cuando no puedes hacerlas te entretienes pensando en las fotos que harás, tenía un boceto de un libro y hasta llegué a diseñar una instalación interactiva para una exposición, imagínate lo que da de si el tiempo. Visto en perspectiva creo que se trató de una particular terapia compuesta a partes iguales por aceptación y evasión.

http://fotografiadenatimartinez.blogspot.com.es

www.caborian.com

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