En este blog te hemos hablado de disciplinas tan atractivas como la fotografía creativa o la fotografía vintage. Sin embargo, hay una variante que no siempre recibe la atención necesaria, pero puede resultar muy satisfactoria. Se trata de la fotografía de producto, una disciplina fundamental tanto para el comercio como para quienes disfrutan de la fotografía como hobby. Ya sea para destacar un artículo en una tienda online, en redes sociales o para experimentar en casa, dominar la fotografía de producto te permite mostrar objetos de forma atractiva, persuasiva y profesional. A continuación, te proponemos un recorrido por esta modalidad fotográfica, en el que repasaremos algunos aspectos de esta disciplina.

¿Qué es la fotografía de producto?

La fotografía de producto consiste en capturar imágenes de objetos con el objetivo de presentarlos de la forma más atractiva y fiel posible, ya sea para venderlos, promocionarlos o simplemente para exhibirlos. Su finalidad principal es persuadir al espectador, mostrar las características del producto y generar deseo de compra, siendo una pieza clave en publicidad y comercio electrónico. La fotografía de producto ha adquirido gran importancia ante el auge del comercio electrónico, ya que se ha convertido en la única forma de mostrar al comprador el aspecto real del objeto, lo que puede ser determinante a la hora de la toma de decisión de compra.

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Por eso, si quieres dedicarte a ello profesionalmente, o si quieres lucirte en tus ventas ocasionales, es importante que domines sus secretos. Para hacerlo, te recomendamos el libro Fotografía de producto y publicidad, de Miguel Merino, una obra que te mostrará cómo aprender a encuadrar, iluminar y retocar las fotografías de producto más diversas. Incluye información valiosa sobre todos los equipos necesarios, una breve descripción de conceptos así como una selección de cincuenta fotografías de producto que abarcan las técnicas fotográficas más utilizadas.

Sacar lo mejor de cada producto

La primera característica que define la fotografía de producto es la fidelidad: el producto debe quedar reflejado tal y como es en realidad. Debemos por tanto captar su forma, color y textura; es necesario iluminar el producto de modo éste se vea a la perfección, sin sombras o reflejos y el fondo debe ser neutro, es decir, no debe interferir con el protagonista de la fotografía. Una vez controlados estos aspectos, los esfuerzos del fotógrafo deben dirigirse a realzar el atractivo del producto, buscando el mejor encuadre y colocación en cada caso.

También debes tener en cuenta que hay varios tipos de fotografías de producto. Las más evidentes son aquellas en las que el producto aparece aislado sobre un fondo neutro, generalmente blanco. Son las más habituales para venta online, y además son ideales para integrar en producto en otros formatos, como banners publicitarios o anuncios. Sin embargo, hay ocasiones en las que el producto aparece siendo utilizado o en un entorno contextualizado, por ejemplo, una lancha en el mar, un reloj en una muñeca o una hamaca en un jardín soleado. También puedes incluir fondos de contraste para que el producto resalte, o agruparlo con otros productos relacionados.Además del producto en sí, puede ser recomendable realizar primeros planos de detalle para mostrar ciertas características o acabados.

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La importancia de la fotografía de producto

En el ámbito comercial y del marketing, una buena imagen de producto te ayudará a generar confianza entre los posibles clientes, sin olvidar que va a transmitir imagen de marca y de seriedad. Se trata de conceptos fundamentales en un entorno tan aséptico como la venta online. Además, tiene un impacto directo en las ventas: diversos estudios demuestran que una buena fotografía es capaz de mejorar las ventas online.

Objetivos de la fotografía de producto

Los objetivos de la fotografía de producto giran en torno a su función persuasiva y comunicativa. Busca, ante todo, despertar el interés del espectador y fomentar el deseo de compra mediante imágenes que conecten emocionalmente con el público. Al mismo tiempo, debe transmitir información clara y detallada sobre el artículo, como el tamaño, el color, los materiales o sus posibles usos, contribuyendo así a una mejor comprensión y a una experiencia de compra más informada. Representar el producto de manera atractiva pero fiel es fundamental: la imagen debe embellecer sin engañar, mostrando el objeto en su mejor versión, pero sin alterar sus características reales. Finalmente, la fotografía de producto persigue diferenciar el artículo de la competencia a través de una propuesta visual única, combinando creatividad, estilo y calidad para reforzar la identidad de marca y captar la atención del cliente desde el primer vistazo.

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Tu equipo básico para fotografía de producto

En el mundo de la fotografía, contar con el equipamiento adecuado es fundamental para lograr los resultados esperados. Por eso, hemos preparado una lista con algunos elementos que no te pueden faltar.

1. Cámara (DSLR o sin espejo)

No es imprescindible empezar con un equipo de gama alta. Cámaras como la Canon EOS Rebel T7, la Nikon D3500 o la Sony Alpha a6000 ofrecen buena calidad de imagen, control manual y compatibilidad con lentes intercambiables. Si el presupuesto es ajustado, incluso algunos smartphones recientes con modo pro/manual pueden ser una alternativa viable para empezar.

2. Objetivo versátil

Para productos pequeños o medianos, un objetivo 50mm f/1.8 es una excelente opción: nítido, luminoso y económico. Si se desea más detalle (por ejemplo, para joyería o cosmética), un objetivo macro (como un 90mm o 100mm) será ideal para capturar texturas y primeros planos.

3. Trípode estable

El trípode es fundamental para evitar movimientos y mantener consistencia entre tomas. Busca uno con cabezal ajustable y buena estabilidad, como los modelos de Manfrotto, Neewer o Benro. Si se trabaja con smartphone, existen soportes específicos con adaptador.

4. Iluminación continua

Dos o tres luces LED con temperatura de color regulable (5500K, luz día) son más que suficientes para empezar. Las luces tipo softbox o paneles LED con difusores permiten controlar sombras y reflejos. Marcas como Godox, Neewer o Yongnuo ofrecen kits muy completos para principiantes.

5. Fondos y superficies

Los fondos blancos o neutros (como vinilos, cartulinas, telas o fondos fotográficos plegables) son esenciales. También puedes experimentar con fondos de color, texturas como madera, mármol o cemento, según el estilo del producto. Lo ideal es contar con varias opciones intercambiables.

6. Caja de luz (lightbox)

Especialmente útil para productos pequeños, la caja de luz permite una iluminación uniforme y sin sombras duras. Existen modelos plegables con luces LED integradas, muy prácticos para espacios reducidos.

7. Reflectores y difusores

Un reflector 5 en 1 es muy económico y permite controlar la dirección y calidad de la luz. Los difusores, por su parte, ayudan a suavizar luces intensas y evitar brillos no deseados.

8. Disparador remoto o temporizador

Para evitar vibraciones al presionar el obturador, es útil contar con un disparador remoto (inalámbrico o por cable), o bien usar el temporizador de la cámara.

9. Software de edición

Programas como Adobe Lightroom, Photoshop, Capture One o incluso soluciones gratuitas como GIMP o Darktable son esenciales para ajustar brillo, color, encuadre y limpiar imperfecciones del fondo.

Ya tengo el equipo, ¿y ahora qué?

La fotografía de producto abarca todo tipos de objetos, desde una pequeña joya hasta un automóvil… Si embargo, en todos los casos debes prestar atención a la planificación previa, preparando el plató o la localización escogida. Reserva tiempo para configurar tu cámara (el balance de blancos, ISO, apertura adecuada y velocidad de obturación según la luz disponible). Ten en cuenta que es posible que no obtengas el resultado esperado a la primera, así que realiza todas las tomas necesarias y edita las imágenes corrigiendo y ajustando lo que consideres adecuado. Para ayudarte en el ajuste y edición de tus fotografías, te recomendamos el libro el Arte del revelado, la obra de Fran Nieto  que te propone una completa metodología de trabajo a través de ejemplos con instrucciones detalladas para obtener resultados brillantes.

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Conclusión

La fotografía de producto es mucho más que una simple imagen: es la herramienta más poderosa para comunicar, persuadir y vender. Tanto si se realiza con fines comerciales como por afición, dominar sus técnicas y comprender sus objetivos permite obtener resultados que destacan y generan impacto. Con una buena planificación, el equipo adecuado y atención al detalle, cualquier aficionado o profesional puede lograr fotografías de producto capaces de captar la atención y convertir espectadores en clientes, eso sí, será necesario practicar y depurar la técnica.

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