EL VIAJE DE LA MIRADA

¿Cómo surgió este proyecto y cuál ha sido la idea más difícil de comunicar a los lectores?

Tras ganar el concurso internacional Travel Photographer of the Year, 2019 la editorial JdeJ Editores se interesó por mi trabajo y me propuso escribir un libro sobre fotografía de viajes dentro de su colección FotoRuta.

Un encargo tan inesperado como estimulante y  aunque me pareció una empresa demasiado compleja para abordar, me animó la curiosidad por compartir mi visión fotográfica y el reto de ordenar mi propia obra fotográfica para dar significado a todas las experiencias y reflexiones acumuladas durante más de cuatro décadas de viaje y fotografía.  En estas páginas recojo el resultado de mi propio viaje como fotógrafa.

Escribir es un pretexto para documentarse y aprender, un largo camino en el oficio del eterno aprendiz. Este libro se hizo y rehizo durante casi tres años. Escribir a fuego lento nos obliga a poner en orden nuestros propios pensamientos, a reunir fragmentos dispersos de información y a ordenar y destilar su significado para hacerlos más coherentes y más útiles.

Lo más complicado fue estructurar los contenidos para que la lectura del libro resultara atractiva, amena y didáctica.  El mayor momento de incertidumbre se materializaba frente a la página en blanco del inicio de cada capítulo.  Conseguir que las palabras brotaran en su justo orden, no fue tarea fácil, a pesar de ello; la experiencia me ha resultado tremendamente gratificante.


¿Por qué tu iniciación y dedicación al mundo de la fotografía? ¿Se puede compaginar viaje, fotografía y tu actividad profesional como doctora en veterinaria?

Empecé a hacer fotografías bastante joven, tendría trece o catorce años. Me regalaron una cámara y un amigo de la familia me enseñó lo básico. Desde entonces la fotografía forma parte de mi tiempo libre y de mi concepción del disfrute.

Me apasiona contar historias y aprovechar la potencia narrativa de la fotografía para expresar mis sensaciones del lugar. Cuando las palabras nos eluden o se muestran imprecisas, nuestras fotografías se convierten en el lenguaje más universal y rico en matices para hablar de emociones.

Fotografío lo que siento que es importante para mi, si bien, me resulta especialmente gratificante que personas que están a miles de kilómetros de distancia, que no hablan tu idioma y que ni siquiera pertenecen a tu cultura, puedan experimentar tus fotografías y leer tus pensamientos, tus sentimientos y tus intuiciones. Resulta especialmente gratificante sentir la voz del observador, el que reinterpreta tu imagen y la carga de otros significados.

Corte difundido por Canal Sur Noticias Málaga.

La veterinaria, la fotografía y el viaje forman un trío muy bien avenido en mi vida. La veterinaria es mi profesión, la fotografía es mi pasión y el viaje mi pasaporte para experimentar el mundo y la vitalidad de la vida. La fotografía me ha dado la excusa perfecta para conocer lugares, gentes e historias que nunca me hubiera atrevido a explorar sin una cámara en mis manos.

En el ámbito veterinario, los animales son seres fascinantes y muchos campos de mi profesión, desde la ganadería extensiva, el bienestar animal, la medicina veterinaria, o el control sanitario de alimentos, ofrecen grandes oportunidades para contar historias y recoger instantes únicos que tenga sentido estético o emocional. Cuando algo me seduce o enamora, siento como palpita mi corazón de fotógrafa. Entre animales soy feliz y esas buenas sensaciones se transmiten en mis fotografías.


¿Qué aporta al mercado en el mundo de la fotografía tu enfoque editorial?

Mi enfoque editorial  va dirigido a compartir mi visión fotográfica desde mi condición de amateur. La palabra amateur tiene para mí un significado semántico muy especial, hacemos fotos por amor a la fotografía y sin que ello suponga nuestro medio de vida, ni presuponga que nuestras fotografías no puedan alcanzar una calidad profesional. Vivimos apasionadamente la fotografía, aunque no sea nuestro medio de vida.

En los albores de la era fotográfica, este era un mundo de amateurs, una élite de aficionados creativos.

Cada vez somos más los viajeros que queremos conseguir fotografías más intencionales y creativas que transmitan mejor el espíritu del lugar bajo el prisma de nuestra mirada.  En este libro he recogido mis experiencias y mis reflexiones, pero también las enseñanzas de grandes fotógrafos y fotógrafas que me inspiraron. Este libro me ha dado la oportunidad de organizar y cohesionar todos esos aprendizajes con mi larga y aleatoria experiencia como fotógrafa y viajera. Una suerte de epifanía verlos impresos en este libro.


¿A quién va dirigido este libro?

Soy fotógrafa amateur y en este libro he recopilado, ordenado y extractado mi visión fotográfica para compartirla con otros fotógrafos amateur con los que me une la pasión y la libertad de hacer fotografías por puro placer, con las dificultades y ventajas que esta condición comporta. Me anima la curiosidad por compartir mi visión fotográfica de amateur a amateur con el intento de que el mensaje pueda llegar más fluido, menos técnico y más pragmático.

En este libro encontrarán una recopilación de mis mejores fotografías a modo de recursos ilustrados para facilitar la compresión de los conceptos y algunos consejos fotográficos, que me hubiera gustado haber recibido cuando empezaba, expuestos de forma sencilla y sobre todo práctica. No es un manual de técnica fotográfica, aunque

hablaremos de los ajustes básicos de la cámara.

Les contaré, detalladamente, cómo he hecho algunas de mis fotografías de viajes y los elementos conceptuales y de composición que las hacen significativas. Les invitaré a que realicen algunos ejercicios para poner en práctica la teoría y para experimentar y

entrenar sus habilidades. En sus páginas aparecerán muchas sugerencias y pocas leyes que les ayudarán a fotografiar más apasionadamente gentes, lugares y culturas mientras disfrutan del placer de ver y sentir y fotografiar.

Me encantaría que los contenidos de este libro les inspiraran para definir su propio camino, y que la cámara se convierta en un simple instrumento que traduzca en un clic, lo que su mente piensa y su corazón siente, pero sobre todo me gustaría que disfrutaran leyéndolo, mientras estimulan la mente para fraguar su próxima aventura.


¿Qué fotógrafo elegirías como inspirador en la especialidad de fotografía de viaje?

La fotografía como disciplina artística es un medio culto, y como tal, considero imprescindible aprender de los maestros para educar la mirada y para ser mejores fotógrafos. Analizar sus fotografías nos permitirá descubrir cómo usan la luz y el momento, su forma de ver el mundo, sus decisiones compositivas, su intención y los patrones visuales de sus grandes fotografías.

Precisamente en el libro hay un capítulo completo dedicado a los fotógrafos y fotógrafas que han guiado mi mirada. Son autores influyentes, innovadores

que han dejado una enorme huella y que tienen un porfolio inmenso que los convierten en referentes visuales. En mi lista no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Algunos de mis referentes: Sebastião Salgado, Cristina García Rodero, W. Eugene Smith, Kouldeka, Cartier-Bresson, Vivian Mayer, Sergio Larraín, Fan Ho, Flor Garduño y dentro de la especialidad de viajes: Tino Soriano, Steve McCurry, Ami Vitale, Mou Aisha, France Leclerc, Michel Yamashita, Gonzalo Azumendi, Timothy Allen…


Cuéntanos alguna anécdota en la realización de cualquiera de las fotografías que aparecen en el libro

Siendo estudiante de veterinaria en Córdoba vi una exposición al aire libre de Sebastião Salgado. La atmósfera de polvo y humo de los campamentos de ganado de Sudán del Sur que fotografió Sebastião Salgado y su magnificencia, me atraparon como un imán. Desde aquel momento dormitaba en mi lista de deseos viajar y fotografiar el universo íntimo y simbiótico de los mundari y sus animales.

El vértigo del tiempo unido a la máxima “carpe diem” transformaron cuarenta años de espera en la excusa perfecta para terminar el libro con un viaje a los campamentos de ganado de los mundari en Sudán del Sur. El propósito: conseguir la última fotografía que debía insertar en el hueco, que para este fin habíamos dejado, en la página 43 del libro ya maquetado.

El cronos transformado en kairos y dos objetivos cumplidos para el viaje de la mirada.

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